Tendencias en la Alimentación

Estamos en épocas de muchos cambios. Nuestro estilo de vida se esta viendo modificado y puesto en desafío casi de manera diaria. El año 2020 ha marcado un importante hito en lo que respecta a nuestro comportamiento humano y social. Nuestros hábitos todos los días se redefinen. Y así continuará, ya que este cambio vino para quedarse.

Los patrones alimenticios, una mayor demanda de comida saludable y opciones más éticas y el deseo de los consumidores para conocer más sobre los alimentos que eligen, están provocando tendencias radicales en la industria alimentaria para los próximos años.

El COVID puso en jaque nuestro sistema inmunológico, y con ello la necesidad de hacernos más conscientes de que la alimentación no solo es importante, sino que más bien tiene un rol preponderante en nuestra calidad de vida.

Existen muchos cambios en términos demográficos y de preferencias de los consumidores que generan nuevos retos:

• Hogares más pequeños: El tamaño promedio del hogar ha disminuido, las familias eligen tener menos hijos, hay más familias monoparentales, han aumentado los hogares unipersonales y la cohabitación de personas sin relaciones familiares ni afectivas también ha crecido.
• Cambio en el perfil del comprador: El cambio en la configuración de los hogares y el aumento de la participación de la mujer en el mercado laboral, hacen que cada vez haya más compradores hombres y jóvenes. Junto con las nuevas generaciones como los millenials hace que cada vez haya más productos enfocados en atender los gustos de estas poblaciones.
• Aumento de enfermedades como la obesidad y sobrepeso: Se observa un crecimiento de enfermedades crónicas, causadas principalmente por la disminución de la actividad física y los malos hábitos alimenticios

“Los gustos y las preferencias de los consumidores están evolucionando con un enfoque en un estilo de vida saludable y en la sostenibilidad”

• Preocupación por el medio ambiente: La búsqueda de alternativas ecológicas, orgánicas más sostenibles llevan a muchos consumidores a modificar sus hábitos de compra.
• Estilo de vida más saludable: Como consecuencia del deterioro en la calidad de vida, las personas nos vimos obligadas a atender a nuestros hábitos, y con ello la necesidad de movernos más a través del ejercicio físico como así también de alimentarnos mejor. Cada vez se observa más, sobre todo en países desarrollados, que las personas también están reduciendo el consumo de azúcares, gluten, lácteos, harinas refinadas y aceites vegetales hidrogenados ante el aumento de casos de desórdenes metabólicos, alergias y reacciones inflamatorias.

• Búsqueda de información: La necesidad de saber más acerca de que se consume es otro de los factores que se puede observar en relación a generaciones y tiempos anteriores. Leer las etiquetas es algo relativamente nuevo. Conocer cuáles son los ingredientes y buscar las mejores alternativas es otro de los comportamientos en la búsqueda de un estilo de vida más sano.
• Globalización de gustos: De la mano de las redes sociales y del impacto de la tecnología en nuestras vidas, el surgimiento de modas en término de dietas, superalimentos, protocolos, así como influencers ha tomado una gran importancia en lo que respecta a uniformar gustos y patrones de comportamiento a nivel global.

El confinamiento llevo a que muchas personas reconecten con la comida en múltiples niveles. Es por eso que ahora hay más conciencia sobre lo que se consume y se quiere, como así también sobre lo que se gasta.

El desafío es permanente, ya que vivimos en un mundo incierto y por eso con infinitas posibilidades. Desde el punto de vista de la oferta, requerirá una gran adaptación y cambio que permita atender a la demanda de consumidores cada vez más preparados, exigentes y diversos. Sin embargo se debe prestar especial atención a los mensajes que recibimos y a la información que consumimos. Puesto que para lograr mejorar el medio ambiente y nuestra calidad de vida estas tendencias deben llevar a crear un hábito estable y no a convertirse en una moda con nuevos indicadores alarmantes.

Una vez más el cambio está en cada uno de nosotros.